BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

18 noviembre 2006

BOLAS, DE LAS BOLAS DE FUEGO

Los viejitos y también la gente del campo, cuentan innumerables historias de espantos, que incluyen voces del más allá, seres transfigurados y entre muchas otras cosas, unas famosas bolas de fuego, que quien las miraba, tenía que ir a escarbar en el lugar para encontrarse una ollada de pisto. Y me pregunto: ¿Cuántos irían a escarbar y no encontraron ni pura rosca? Y también: ¿Cuántos pasaron su vida entera soñando con ver una bola de esas, para hacerse ricos de un día para otro? Muchos, me imagino.
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Lo que pasa es que al final, al igual que los cuentos de espantos, esas cosas terminaban siendo únicamente leyendas que pasaban de generación en generación.
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¿Pero, hasta dónde podrán ser ciertas esas apariciones de bolas luminosas? Bien, he de decirles que mi papá nos contaba que mi abuelito frecuentemente miraba una de esas pelotas de fuego y, muchas veces, llamaba a sus hijos para que la vieran también, por lo que mi papá la logró ver más de una vez. Dice que se miraba flotar entre los árboles, como si la luna hubiera bajado a juguetear en el bosque. Un día, siguiendo consejos de muchas personas, mi abuelito persiguió a la gran bola de fuego hasta que se hizo chiquitita. Allí, encontró una piedra blanca amarillenta, que parecía una gema. La envolvió en un pañuelo nuevo y la guardó en un cofre. ¡Púchica! yo hubiera ido a ver si alguien me la compraba.
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Años después de que mi abuelito falleció, mi papá se acordó de la piedrita y fue a buscarla. Estaba justamente entre el baúl, y decidió llevársela en el bolsillo del pantalón. A su regreso a la capital tuvo que atravesar un río y, en eso, se acordó de la joya; pero al buscarla, ya no estaba. Decía la gente que el agua atrae ese tipo de cosas, porque son parte de un "encantamiento" y que, por eso, el río se la había llevado. ¡Ve, qué río tan ladrón!
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Mi mamá también nos contaba que, de chiquita, vio una de esas pelotas de fuego en el patio de su casa. Como queriéndola tocar, corrió a alcanzarla, pero ésta se le fue para arriba y se perdió, hasta que no la pudo ver. Dice que se quedó sin habla por un rato del susto que le dio. Mi abuelito fue a excavar en el lugar de la aparición, en busca de una olla de oro, pero sólo encontró tiestos antiguos y mascaritas mayas. A lo mejor eran un tesoro, pero no el que realmente creyó encontrar. (También esas, yo hubiera ido a ver si las feriaba, aunque dicen que no se deben vender, porque son patrimonio nacional).
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Es que mi abuelito materno siempre soñaba con encontrarse un perol lleno de pisto, y para su buena o mala suerte, un día yo vi también unas como llamaradas que saltaban de un lado a otro en un terreno baldío, cerca de mi casa. Se lo dije a mi abuelito, y no tuve paz hasta que le fui a enseñar dónde mero había sido. Pero entonces, mi lindo, no encontró ni caritas.
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Pero parece que no son simples casacas. Según sé, a lo largo de la historia se han conocido las apariciones de estas bolas luminosas en todas partes del mundo; tanto, que los científicos les han buscado una explicación. Hasta en la NASA se han metido a averiguar sobre su naturaleza o causas. Incluso hicieron una encuesta entre los empleados y se dieron cuenta de que éstas son más comunes de lo que pensaban. Se dice que han dedicado tiempo a su investigación, y algunas han sido observadas desde el trasbordador espacial Columbia.
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Aunque estos fenómenos ya son reconocidos por la ciencia, todavía no tienen explicación. No han sido muchas las conclusiones a las que se ha llegado, pero se registra que, casi siempre, su aparición está relacionada con cambios climáticos, erupciones volcánicas y otros eventos naturales. Y también, de seguro, con la caída de meteoritos. Pero esos, son otra historia.
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Además, dicen que son de diferentes colores, especialmente rojas, blancas o amarillo luminoso. Algunas poseen moléculas de distintos tipos y muchas emiten sonidos extraños, que los supersticiosos han relacionado con voces de ultratumba.
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Como ven, de todo se inventa la gente y por allí han de contar que les habló una luz.
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Claro está que en muchas partes del mundo aún se tomen como fruto de hechicerías y asuntos paranormales, que más se hacen al lado de las leyendas de los pueblos y hasta con historias de extraterrestres.
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Una vez, cuando era más jovencita (¿? ), seguido pasábamos de noche con mis papás frente a un cementerio que estaba al lado de la carretera. Curiosamente, siempre observábamos una serie de lucecitas fosforescentes cerca de las tumbas, que no dejaban de hacer cosquillitas a mi atracción por lo desconocido. Una noche, mi papi me preguntó si me atrevía a entrar al cementerio de noche y verificar qué eran esas luces. Yo, como a los muertitos no les tengo miedo, accedí de volada.
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Detuvimos el carro, y mi mami nos regañó por andar entrando a cementerios de noche; ella se quedó, pero después nos dijo que hubiera preferido irse con nosotros, porque más miedo le dio quedarse solita. Pero entramos con mi papi y, cuanto más nos acercábamos a las luces, se iban esfumando. Ayudados por una linterna, pudimos ver que lo que provocaba la luminosidad eran unos pedacitos diminutos de huesos, seguramente humanos.
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Mi innata curiosidad quedó satisfecha con ir en busca de la verdad, así fuera la investigación de noche y dentro de un cementerio de pueblo, a encontrar restos de difuntitos. Pero creo que esas lucecitas son algo diferente a las bolas luminosas o de fuego, que les menciono en los párrafos anteriores.
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Me queda la interrogante popular (nada científica, de plano) que, ¿quién fregados se inventaría que eran una señal para encontrar un tesoro escondido? Yo creo que, como la mayoría de cuentos, fueron sólo eso, simples bolas o inventos de la gente para ver cuántos caían e iban a abrir el hoyo (en la tierra), pero después siguió ya como una creencia de viejitos.
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Yo lo que digo es que, no hay que creer ni dejar de creer. Siempre hay que echar la buscadita, como mis abuelitos; a lo mejor se encuentran más cosas de las que se pueda uno imaginar. Quién quita, una ollita llena de pisto; pero sería tan viejo el dinero, que ya ni serviría para nada. Bueno, tal vez lo saldría a feriar también. Algún coleccionista me lo compraría a buen precio... claro, si no está todo mohoso.
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16 Comments:

At lunes, 13 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Como siempre, tu espacio es un remanso para poder escribir tranquilamente y huir de otras babosadas... Siempre te leo y me alegrás el día.

Saludos.

 
At martes, 14 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Qué bueno cometarista, el poder alegrarte el día. Ustedes también me lo alegran, cuando veo que les gusta lo que escribo. Feliz Día.

 
At martes, 14 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Nunca había oído hablar de esas bolas de fuego, de veras! se me hace que yo desgraciadamente no le ponía mucho coco a los viejitos en guate, lástima porque me perdí de plano de muchas historias interesantes.
A mí me gustan más esas leyendas de espantos, de la siguanaba y la llorona. fijate que se las he contado a mis patojos, que no han crecido en guate y les han gustado mucho, creo que hasta los asusté cuando eran chiquitos:-)

 
At martes, 14 noviembre, 2006, Blogger Pedro J. Sabalete Gil said...

Lo que parece que vió en el cementerio fueron fuegos fatuos, las bolas es otra cosa. Algo misterioso, aunque venga ahora la NASA a decir que tiene una explicación y nos quita la lírica.

Saludos.

 
At miércoles, 15 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Vos Chachi, se me hace que en el cementerio algún muertito todavía estaba tierno (recién muertito) y se tiró algún su gas, había una chenca cerca y se hizo la combustión!!!!

No, ya en serio, a mi hermano (que es mero trekker)se le hizo realidad su sueño de ver gatos aparejados cuando era chiquito: en Jalapa, andábamos de vacaciones y llegó al depósito de mi abuela un agricultor con un tambito blanco lleno de chunches y alambres, resulta que le había caído a la par (como no le rompió el ayote!) desde el cielo, y se ahuevó pensando que era una cosa de Dios o un OVNI. Mi hermano feliz, se quiso apropiar del artefacto. Resulta que el agricultor regresó a la semana con que quería de vuelta su tambito, y mi hermano no lo quería devolver!! Casi se comía a mi tía el dichoso tipo por el pinche tambo. Al final, mi hermano le quitó todo lo de adentro y le entregó el cascarón jejeje!

Y que jocotes era? pues una especie de control satelital meteorológico que fundió motor y cayó de la nada. Qué tu platillo volador y cien marcianos! Al final, pues el agricultor regresó nuevamente, pues decía que ahora no pesaba nada el tambo. Mi hermano a esas alturas ya había tomado todo el material y armado una su ciudad espacial de juguete a escala!

(Lo que es no tener que hacer)

 
At miércoles, 15 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Que bueno esta el cuento del Tambito. Sabes que el otro dia le dije a mi negrito: "Mirá, traeme ese tambo" y el pobre se quedó en la luna, como no es guatemalteco, no sabía para nada que era eso de Tambo y le causó tanta gracia el nombre, cuando le dije que también le decíamos así a la carcel, más risa le dio.
Gracias por tu comentario, está muy entretenido y bonito. Cómo no le tomaron una foto al famoso tambito!!

 
At miércoles, 15 noviembre, 2006, Blogger Pirata Cojo said...

Yo ya estaba listo para hablar de Jerry Lee Lewis y su "Great Balls of Fire", porque de esas bolas de fuego, confieso mi total ignorancia, ¿Te acordás de la polémica de la palabra ignorante?

 
At miércoles, 15 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Claro que recuerdo Pirata, y sabes, me he dado cuenta que el vocablo "ignorancia", a nivel general o sea en muchas partes del mundo, lo usan para designar a las personas sin ningún grado de formación académica. Lo que no me gusta es cuando lo usan como para querer insultar, porque ser ignorante (desde ese punto de vista) no es ninguna mala palabra, ni debería de utilizarse para ofender, especialmente por parte de quienes ya hemos tenido el privilegio de estudiar un poquito.

Saludos Piratita y qué bueno que te acordaste de todo esto. Yo también soy ignorante de estas Bolas, lo único que sé es que no dan pisto.

 
At miércoles, 15 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Y Jerry Lee Lewis cantaba muy bonito, dicen que mejor que el mismo Elvis. Y también creo que era un completo ignorante en cuanto a las bolas de fuego de las que yo hablo acá...jajajaja. Por lo menos él si sacó pisto de la suya.

 
At jueves, 16 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

los meteoritos:
son fragmentos de asteroides ,aqui en NY por donde yo vivo, han caido varios,el otro dia salio en el periodico que un Sr.encontro el vidrio de su carro todo quebrado y cual fue su sorpresa al encontrar en el asiento de atras una roca.

A lo mejor eso era lo que veian nuestros abuelos,digo..no se.
Buenos temas pones Chachi,gracias

Marnie

 
At jueves, 16 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Buen Blog. Señorita

Ese tetunte que encontro ese cuate adentro del carro...se lo ha de ver tirado en que vive en tercer piso...ya que la pinche alarma no se callaba.

Decian que por el pueblo que eran TRUCOS de SISIMITE para atraer incautos y engañarlos hasta perderlos...ya desesperados (los pescados) los hacia firmar un TRATO..y asi conseguia sus CHUNCHES...

Por cierto para los que esten en Nueva York, estoy colaborando con un grupo de artistas bien heterodoxo...Enseño unas pinturas( en el VIP area)
si van digan van de parte de Juan carlos Pinto (asi se ahorran los 25 snaples).

 
At jueves, 16 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

la informacion esta en

http://www.danceanonymous.com/cluster.asp

 
At viernes, 17 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Bueno, yo he escuchado mucho de esas bolas de fuego, con mi abuelita (materna como dice la Chachi) y con mi viejo. Dicen que cuando iba a ser el terremoto del 76 (y el del 17) que se miraron unas bolas de fuego, aunque asi con pisto no había escuchado.

Y la NASA... lamentablemente no es una referencia científica sino más bien politica, y desde que se supo que traficaban drogas para EEUU en los aviones de la NASA, ya no se les cree mucho, pero para eso tenemos a Eduardo Mendoza ahjajajaja...

Saludos.

 
At sábado, 18 noviembre, 2006, Blogger Andy said...

Hace años decían en mi casa que en el patio de atras se veían esas lucecitas, y una mi tía, que en gloria esté, se despertó una noche porque oyó una voz que la llamaba al patio para decirle donde buscar el tesoro, pero ella se tapó hasta la cabeza con la sábana y no salió. Unas noches después, ya que ella cometió el error de contar lo que yo creo que sería un sueño, mi papá y uno de mis tíos, se metieron en la madrugada al cuarto de mi tía en lo oscuro, hablaban de que saliera al patio para decirle donde estaba el tesoro y cuando mi pobre tía movió la mano para encender la luz, mi papá se la agarró, con tan mala fortuna que mi tía gritó y se desmayó, y allí los que llevaron el susto fueron ellos, porque a ver si la revivían, jajaja. Según me contaron eso fue hace como 35 o 40 años.

Saludos Chachi.

 
At domingo, 19 noviembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Un abrazo amiga, el lunes le enlazo desde mi web.
Saludos.

 
At jueves, 06 octubre, 2011, Anonymous Jenifer Rodriguez said...

Buenos días, muy buen relato también he escuchado sobre las famosas bolas, ahora se me ocurre que seguramente alguien se inventó lo del tesoro, porque recuerden que antes enterraban a la gente con sus pertenencias y si hubo alguien que vió alguna de esas luces provocadas por restos de osamentas, es muy posible que haya encontrado algo que consideró un tesoro. Así que no me parece tanto que sea un invento, ahora que como buenos chapines exageremos y parescamos telefonos descompuestos, eso es otra cosa.

 

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