BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

08 diciembre 2008

EL CHOMPIPE DE LA FIESTA

Este tiempo próximo a la Navidad, cuando en Guatemala empieza la tradicional Quema del Diablo, el Día de la Virgen de Concepción, la fiesta del Día de la Virgen de Guadalupe, las posadas, los canchinflinazos y tantas costumbres nuestras, que a veces se van desvaneciendo en el tiempo, puede que para algunos sea de mucha emoción y para otros, no traiga tanta algarabía.

Recuerdo cuando yo era chiquita, mi papá ya para estos tiempos, llevaba un tremendo pavo a la casa, para los respectivos tamalitos. El pobre chumpe andaba de los más contento en el patio comiendo maicitos que le tirábamos y ni siquiera se imaginaba que se iba a convertir literalmente en el "chompipe de la fiesta".

A mi hermano y a mí, nos encantaba silbarle porque miraba de lado para arriba y hacía su ya muy distintivo glugluteo (glu...glu..glu..glu). Yo nunca he sabido por qué al hacerles ese silbidito se le alebrestan los pobrecitos, pero hacen ojos de susto. Nos daba lástima verlo amarrado y lo soltábamos para que andueviera entre el jardín y luego mi mami hacía bilis la pobre, porque arrasaba con sus rosas.

Teníamos que andar con cuidado por el patio y limpiando a cada rato, porque dejaba unos recuerditos como de a cuarto de libra y también, había que andarlo cuidando del chucho, porque en cualquier descuidito ese salvaje se lo nisflaba. El chumpe era trabajo aparte.


En varias ocasiones, mi papá tenía que convencernos de que el chompipe se había comprado para comerlo y no para que fuera nuestra mascota. Nos aconsejaba no ponerle un nombre propio porque era más fácil encariñarnos con él, y luego íbamos a sufrir. Pero muchas veces, eso resultaba inútil. Después no queríamos comernos los tamales porque nos daba tristeza.

Una vez, mi papá llevó como casi siempre, el chompipe de la navidad. Nos pareció muy raro que le silbábamos pero no glugluteaba, ni bailaba y se la pasaba un poco pensativo. Recuerdo que lo llevó bastante temprano, como a mediados de Noviembre y cuanto más tiempo lo teníamos, más nos encariñábamos con el animalito. Esta vez, fue distinto porque como a los 15 días, vi algo raro en el patio, una especie de piedra blancuzca. ¡Qué! si era que el chunto resultó chunta y andaba por allí poniendo huevos.

Por tal motivo, se le perdonó la vida. Le hiciemos su nido y le íbamos poniendo los huevitos para que los fuera empollando. Cada día era una novedad, andar buscando dónde había puesto el huevo la pava. Pero esta chompipa era algo desnaturalizada porque sólamente los dejaba por allí y nunca los calentó. Así que jamás nacieron los chumpitos.

Fue suficiente razón para que un día por allá por Marzo, la pobre "Pipi" (que así se llamaba), amaneció hecha Pepián. La verdad, nunca supe el sabor de la típica comida, porque lloré tanto por la chompipita, que creo que por eso mi mamita le pidió a mi papá que ya no llevara chompipes vivos a la casa. Así que cuando se podía, mejor se compraba ya desplumado.

Los tamales de pavo, le salían exquisitos a mi mami. Nunca he vuelto a probar un tamal tan rico, tanto que sus amistades le encargaban especialmente y ella se los hacía con gran cariño, porque a pesar de que tenía trabajo de oficina, siempre encontraba tiempo para no dejarnos sin nuestro respectivo tamalito en todas las navidades.

Por eso, aunque me sienta triste, quiero hacer honor a mi madre y volver a hacer esos tamalitos en Navidad. Claro que no voy a comprar el chompipe vivo (aún cuando aquí en New York se pueda), no vaya a ser que cuando mire al chompipito, decida ponerle nombre y ya no quiera que me lo desplumen. Pero sí voy a tratar de hacerlos con el mismo amor y entusiasmo con que mi madre siempre los preparó. Yo sé que ella va a venir a dirigirme y a ayudarme a sazonar.

Nunca me van a salir tan deliciosos, pero será otra forma de sentirla aún más cerca de mí, especialmente en estas fechas tan especiales.



EL CHOMPIPE DE LA FIESTA es un dicho muy chapín que se usa para designar a aquél que siendo inocente, resulta responsable de un problema donde hay involucrada más gente. Es como el que paga los platos rotos.


Foto:
el cadejo

13 Comments:

At martes, 09 diciembre, 2008, Blogger EDS said...

Qué alegre esta epoca va vos, me gustó mucho el post porque me hizo recordar la emoción con que de niños se viven estas fiestas. Recibí un abrazo y alli te caemos para probar al chompi (aunque sea cibernéticamente!!)

Saludos.

 
At miércoles, 10 diciembre, 2008, Anonymous Anónimo said...

Pues manda de esos tamalitos Chachi, pa'aca a El Salvador, que aca rodeados de puros musicos y cantantes pues es raro que hayemos alguien bueno para la cocina ... Hey ya pusimos el mp3 navideño de MAXIMO en el website... Desde ya un abrazote mi Chachi, se que la estrella de tu arbol de navidad este año brillara con mas luz...

 
At miércoles, 10 diciembre, 2008, Blogger Ale said...

Esa tú Pipi, seguro y se creía el conejo de pascua...ajaja!Disfruté éste post Chachi!!

Me hiciste llorar de la risa y de la emoción con lo de los tamalitos de tu mami. Sé que te van a salir tan ricos como los de ella, porque si es seguro que ella te guiará paso a paso, tenlo por seguro.

Besitos amiga desde la tierra de los tamalitos, el ponche y las posadas!

 
At miércoles, 10 diciembre, 2008, Blogger Pedro J. Sabalete Gil said...

Decididamente me falta tu buen humor, gracias.

Pobre Pipi que se hizo Pepian.


Abrazos.

 
At miércoles, 10 diciembre, 2008, Blogger la-filistea said...

Qué historia vos Chachi..

Yo también me emocioné con lo de los tamales y la bendita compañía que tendrás ( qué tenes )..

Disfruta tu cena, tu arbolito, y todas las cosas que te lo mereces.

Abrazos

 
At jueves, 11 diciembre, 2008, Blogger Unknown said...

Acá (japón) las navidades tienen luces, música navideña, adornos, árboles... pero sin embargo les falta ese espíritu navideño que no se puede vender en ningun lado, y por supuesto no hay comidas de nuestra tierra...
Que pases una linda navidad... ya quisiera yo probar tus tamalitos.

 
At jueves, 11 diciembre, 2008, Blogger Comentarista said...

Los primeros dos parrafos parecerian la historia de mi infancia para las Navidades vos Chachi...

Todo concuerda... gracias por traer recuerdo a nuestra mente y corazon.

Saludos

 
At viernes, 12 diciembre, 2008, Blogger la-filistea said...

Chachi... disculpá que te robe terrenito, pero ví a "comentarista" y lo quise saludar, no se si todavía te acordás de mí Comentarista, nos topábamos a veces en la guatemala mía. Soy la Chala..

Saludos..

 
At sábado, 13 diciembre, 2008, Blogger PROSÓDICA said...

Me recordé de mis pollitos, de esos que regalaban en las mañanas deportivas como premios (qué crueles pensándolo bien!)... siempre se morían, aunque uno sí llegó a ser gallina y mi hermanito se encariñó mucho con ella, al tiempo la hicieron caldo y es la causante de que mi hermano luego de 18 años de vida, no pueda comer pollo.

A sí me gustan estas épocas en cuanto a tradiciones se refiere. Uno de lo regalos más grandes que nos dan nuestros papás son precisamente todas estas tradiciones y costumbres que como familia nos unen. Me alegro mucho de que vayas a hacer tus tamales, tu mami está en el acto mismo Chachi, en el acto mismo.

abrazotes

 
At domingo, 14 diciembre, 2008, Blogger Comentarista said...

Chala!!! Que gusto verte (virtualmente en letras) de nuevo... Ahora que se quien sos te visitare mas seguido en tu blog ;).

Y yo se que Chachi no se molesta de que usemos su espacio para comunicarnos y saludarnos... talvez si es muy amable hasta nos trae un tamalito para seguir la charla... (bromas).

Saludos.

 
At domingo, 14 diciembre, 2008, Blogger Alexia said...

En la casa tambien teniamos varios animales, desde gallinas, pasando por vacas y cerdos, hasta llegar a cocodrilos, pizotes y mono ara~a, de estos ultimos solo el cocodrilo no se salvo de las ollas de mi mama.

Una vez mi padrino me regalo un pollo ya logradito y yo lo cuidaba mucho, era negro con plumas rojas, hasta que llego a ser un gran gallo que nos despertaba con su kikiriki, un dia llego mi tia tina a la casa y cuando yo regrese del colegio, mi sorpresa fue ver a mi gallito colgado de un poste en el patio destilando sangre... no se porque pero mi tia tenia esa mania de tronarse todo lo que tuviera plumas, y esa vez fue mi pobre animalito.

Y si, cuando estes preparando los tamalitos, vas a escuchar a tu mama tan claramente diciendote como sazonarlos y hasta envolverlos, la voz de ella siempre te va a guiar, te lo digo por experiencia.

Un abrazo y que Dios colme tu alma y corazon de paz y bencidiones.

 
At lunes, 15 diciembre, 2008, Blogger La Chachi said...

EDS: Yo creo que fuiste vos el que conto una vez de un Chompi que se lo llevo el agua...me dio tanta risa.

Jose: Pues ya ves, por allá llegaran los tamalitos.

Ale: Imaginate, andabamos buscando donde se le habia ocurrido poner el huevo.

Goathe: Fue una tragedia para mi hermano y yo, ver que se la comieron.

Filis: Vieras que me ha costado mucho decorar, pero en honor a mi madre hago todo.

Nicte: Tas muy lejos patoja para enviarte unos por Fedex.

Proso: Yo tengo una amiga que de chiquita, tenia de mascota a una gallina y hasta dormia con ella...jajaja.

Comentarista: Creo que todos los chapines podriamos contar una historia parecida.

Alexia: Pues lo chistoso de nosotros era que la casa para nada habia lugar para animales, mucho menos un corral. El chompipe andaba entre el jardin.

 
At lunes, 15 diciembre, 2008, Blogger La Chachi said...

Comentarista y Filis: Aqui pueden platicar lo que quieran. Es su casita.

 

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