DEL PACAYA Y SUS LLUVIAS

Vi detenidamente y me di cuenta que no era agua, sino una especie de ceniza. No dejé de asustarme un poco, porque pensé que pudiera ser un incendio y advertí al camarógrafo que nos fijáramos bien qué estaba pasando. Inmediatamente el reportero se paró y los tres verificamos que una gruesa capa de ceniza estaba cubriendo las calles de la ciudad.
Nos fuimos a Insivumeh donde me informaron que la lluvia de ceniza era provocada por la erupción del Volcán de Pacaya. Avisamos a nuestros jefes en USA y nos ordenaron que en ese mismo instante debíamos irnos al lugar de los hechos. Ninguno de nosotros estaba vestido adecuandamente, principalmente yo, que llevaba un vestido corto y ¡sandalias de tacón! Pero así nos fuimos.
Llegamos hasta inmediaciones del volcán y los miembros del entonces, Comité Nacional de Emergencia, nos permitieron seguirlos hasta las faldas del Pacaya, como a unos 100 metros del río de lava. El espectáculo era impresionante. Pero más impresionante era saber que estaban evacuando todas aldeas aledañas. Ya en un pueblito de más abajo, habían establecido refugios y cerraron el paso hacia arriba.
Hicimos algunos tomas y tuvimos que separarnos. El camarógrafo y el reportero se fueron más arriba y yo me quedé con el equipo del CONE, para tomar nota de lo que pasaba con los evacuados. Ellos amablemente me dieron una chaquetona de las de "bombero" para cubrirme porque allá arriba ya hacía frío. Eran ya aproximadamente las 7 de la noche.
Por la radio les avisaron de unos padres que estaban en el refugio y llorando clamaban por sus hijitos que habían dejado solitos en la casa de una aldea, la cual se creía que ya había sido evacuada completamente.
Nos regresamos entonces cuesta arriba, algunas veces viendo la lava muy cerquita, hasta aquella aldea donde teníamos que encontrar 4 niños solitarios. Con las señales que dieron, los miembros del CONE, encontraron la casita. ¡Cómo costó encontrarla! Tocamos y allí estaban los 4 varoncitos, el mayor como de unos 8 años y el menor, como de un año. Solitos, solitos. Ya estaban acostados y se asustaron cuando vieron a los rescatistas, pero cuando me vieron, se tranquilizaron un poco.
Les dije: "Muchá, su papi y su mami están allá abajo esperándolos. No pueden quedarse solitos acá, así que se van a ir con nosotros". Sus miraditas eran de incertidumbre y yo pedía a Dios que les tranquilizara sus corazones.
Al levantarse de las sencillas camas no sé qué me dio ver que todos estaban durmiendo "en pelota". Así que tuvimos que buscarles ropa y vestirlos. Les hicimos una rápida maletita y ya

Ese sinvergüenza del Volcán de Pacaya, retumbaba amenazante.
Llegamos al refugio y todo el mundo me miraba medio raro, porque andaba de tacones y vestido corto...
Allí logré reunirme con mi equipo. Pero lo mejor fue, entregarle a sus padres a aquellos 4 niñitos, que tuvimos que levantar de sus lindos sueños, para manternerlos a salvo. Ni las gracias dieron los papás...jajajaja. Pero precisamente no hicimos nada de eso, para que nos lo agradecieran. Aunque me dieron ganas de regañarlos por dejar a los nenes solos e irse a la capital. Pero no era ni el lugar, ni el momento para eso. Ojalá hayan aprendido la lección ese día.
El reportaje salió bien y lo mandamos por satélite. Era impresionante.
A los pocos días, el volcán se calmó y todo regresó a la normalidad. Y en mi mente se quedaron aquellos 4 nenes en esa aldea solitaria, dispuestos a soñar con los angelitos, en medio del peligro de un volcán en erupción.
Dios guarde siempre a los niños y niñas de Guatemala, porque parece que todos tuvimos, tienen y tendrán una historia peligrosa para contar.
Foto Volcán de Pacaya: ALBUM ERICK OTONIEL DARDON
Fotos de niños: Gobierno de Guatemala
Etiquetas: Periodismo Internacional, Siempre Guate.
8 Comments:
Es bien impresionante pensar en esos niños solos y en la lava del volcan y todo eso, Chachi es cierto eso que decis al final de que los niños de Guate siempre tendran algo peligroso para contar,si no son terremotos, son tormentas, si no guerras o delincuencia. eso es bien triste tambien. Hasta cuando verdad Chachi.
Saludos desde Los Angeles, CA
Ahorita estaba pensando que quizas ellos (o cuando menos el mayorcito) estan recordando que aquella noche una señora bonita los fue a sacar de sus casa para llevarlos al lado de sus padres...
Chachi!!! Ya pasaron tantos años desde aquel día???!!! no me lo puedo creer, yo estaba en el campus de la usac, que estaba inusualmente casi deshabitado... Esperemos que aquellos 4 chiquitos hayan crecido sanos y fuertes a pesar de tener tan cerca semejante vecino (el Pacayita) y tanta pobreza.
Hola Chachi, buen día
Laura me estaba contando en estos días sobre El Pacaya y su estruendosa manifestación.
Caray, como que las circunstancias, se ensañan con Guatemala: El Agatha, el hueco gigante en la zona 2, la lluvia y las cenizas sobre la capital.
Dios guarde a Guatemala.
Saludos
Carlos el baterillero
Saludos hasta LA, gracias por tu comentario.
Saludos Nicte y Carlos, Guatemala siempre con sus sorpresitas, lastima que los pobres siempre son los que mas sufren con estos fenomenos naturales.
Hey Nicte, gracias por lo de señora bionita, será que se acuerdan los niños de mi? Estaban medio dormidos.
Un abrazote.
Hola Chachi, con este nuevo susto del Pacaya, me estuve acordando la ultima vez que lo subi, que fue contigo y otros amigos y estuvimos muuuuuuy cerca del rio de lava, solo ahora me doy cuenta del peligro en que estuvimos.........
Cuantos sustos nos ha dado este volcan y cuanto nos falta por ver en esta nuestra Guatemala
Saludos Misha Guatemala
Mishita!! pues si me acuerdo cuando armamos la montada y nos fuimos al Pacaya a caballo. Y de la regañada que le pegué a aquel gringuito por andar de piromaníanco. Que alegres recuerdos. Un abrazote.
Mirate este Link, para refrescar recuerdos: http://babosadasyhierbas.blogspot.com/2006/09/qu-pacaya-la-del-pacaya.html
Me alegra escuchar que periodistas hagan mas que sacar fotos y ayuden en algo a los mas necesitados. Bonita historia, con enseñanza y final feliz
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