BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

06 septiembre 2006

ADELINA, LA HIJA DEL BOTICARIO Y MAESTRA DE MUSICA.

Mi abuelita Lina era una mujer llena de vida, le encantaban los chistes, la música y las buenas costumbres. Era sumamente decente y educada, de esas damas de antes, de las que sólamente han quedado muy poquitas. Le gustaba escribir y siempre la buscaban para los discursos de las reinas. También, cocinaba exquisito hasta el platillo más sencillo. Las tortas y el dulce de frutas de Semana Santa eran como hechos por ángeles.

Cuando mi abuelita hacía pan, era una tentación difícil de dominar el esperar a que se enfriara. Siempre nos advertía que comer pan caliente hacía daño y daba lo que muchos llaman "empacho". Cosa que a los niños no nos importaba ni en lo más mínimo.

Recuerdo que guardaba el pan en unos cofres entre mantas preciosas, bordadas, enyuquilladas y olorosas a limpio. Mi hermano y yo, que éramos un par de diablos, le jugábamos la vuelta y cuando ella salía por una puerta, nosotros nos las arreglábamos para entrar por otra, para robarnos las rosquitas calientes. ¡Ay, que rico! Se nos deshacían en la boca, así tostaditas, tan perfectamente horneadas.

Al rato estábamos con mucha sed y nunca pudimos ocultar nuestro delito, porque al siguiente día siempre amanecíamos enfermos del estómago. Pero, como mi bisabuelo fue el boticario del pueblo, mi abuelita le aprendió todas las recetas de remedios especiales. Lo peor era cuando nos daba de purgante un gran vaso con una bebida rosada, re
-fea. Pero eso sí, muy eficaz.

Mi abuelita también preparaba pomadas excelentes y tomas para diferentes males. En el pueblo a donde se fue a vivir ya casada, la querían muchísimo, porque a pesar de no ser de allí, se dedicaba a curar a la gente con gran sabiduría y nunca les cobraba.

Curaba los ataques de lombrices, la solitaria, el empacho viejo, la alopecia por inanición, los cólicos, las enfermedades de la piel, males del oído, constipado nasal y muchas más enfermedades y dolencias. Siempre tenía un remedito o una crema hecha por ella misma. Era muy inteligente.

Ah, pero le encantaba también escribir, tocar la guitarra y cantar. La mayoría de mis tíos y mi mami son músicos o les gusta cantar, gracias a las enseñanzas de mi abuelita, que les dio sus primeras clases de música. Era muy exigente porque tenía un oído muy fino y no dejaba pasar ni una sóla desafinada.

Tengo un tío que es un gran guitarrista; y mi tío, el menor, es director de orquesta. Una vez de tantas, que llevó a mi abuelita a un concierto, ella le dijo que todo estaba bien, sólamente que un violín estaba un poco desafinado. Mi tío no se sorprendió porque sabía que así era.

Tenía el oído tan fino, que una vez me dijo que escuchaba por las noches, el tren de la FEGUA (Ferrocarriles de Guatemala) que pasaba a kilómetros de distancia de mi casa. Muerta de risa se lo conté a mi hermano, pensando que eran figuraciones de mi abuelita, pero mi hermano me contestó que sí, que se oía el tren. Pasa que mi querido hermano le heredó el don a mi abue.

Le sirvió de algo, porque ahora es un prodigioso cantante de ópera en California y fue mi abuelita quien le enseñó sus primeras notas, a tocar guitarra y a no desafinar jamás. Mi hermana también le hace a la cantada, pero con su familia canta a nivel religioso. Hasta los bisnietos jalaron algo. Ahora mi sobrina de 9 años canta y toca la guitarra como Malina (así la llamaban mis tíos). Cómo es eso de la herencia, ¿verdad?

Y qué duro es tener oído de músico. A pesar de que nunca presté mucha atención a eso de cantar, ni aprendí a tocar bien un instrumento, algo habré heredado de ese oído delicado, porque es un suplicio para mí, el oír cantar a alguien desentonado. El colmo es cuando uno está en misa y el coro está desafinado o mal acoplado, ya ni las oraciones salen bien. Como que me cortan la inspiración.

Tan bonito que cantaba mi abuelita. Las fiestas con ella eran bien alegres, porque toda la familia hacía algo musical y ella, cantaba acompañada de su guitarra o tocaba la violineta. Su voz era finita y hasta de viejita se le oía bien bonita.

Además disfrutábamos de sus comidas tan exquisitas, entre ellas los tamales, el pepián rojo, el jocón y los dulces y panes... ¡Qué delicia,! Cuando decidimos hacer un recetario de mi abuelita, tanto de comidas, como de remedios y pomadas, ya no pudimos hacer gran cosa. El mal de Alzheimer le ganaba la batalla a su memoria y poco recordó.

Mi abuelita olvidó casi toda su vida de casada, desconocía a sus hijos y a sus nietos. No sé por qué, tal vez porque me amaba tanto, fui la única persona a la que jamás desconoció, ni siquiera por teléfono. ¡Qué honor, abuelita!

Se quedó su memoria en sus años alegres de la niñez y juventud, cuando vivía con su papá, el viejito boticario, y nunca olvidó la música y sobre todo, tocar la violineta. Aún resuenan en mi oídos sus notas y sus piececitas, como "Carmen Carmela", el vals que bailó en su boda.

Nunca he pensado que mi abuelita está muerta, porque siempre me acompaña en cada párrafo que escribo, y a pesar que en lo de la música y en los remedios no le heredé gran cosa, cada vez que voy a cocinar en serio, le pido que me ayude y todo sale casi como si ella lo hubiese hecho. O al menos me hago la ilusión.
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Hay tanto para platicar de mi amada abuelita, que llenaríamos libros enteros.
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Foto de Adelina Natividad, tomada en 1934, por fotógrafo desconocido.
En memoria de mi abuelita, que vive siempre conmigo.

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5 Comments:

At viernes, 01 septiembre, 2006, Blogger agapito segura said...

Bonita reseña Chachi, perdón pero cómo se llama tu hermano? No, no me lo quiero cantinear, es que estudio canto clásico y pues sería bueno saber de cantantes de ópera guatemaltecos que han destacado en otros lares. Tengo un blog que tiene como objeto dar a conocer a nuestros orgullos nacionales. Éxitos!

 
At lunes, 04 septiembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Hola Agapito:
Escribeme a chachi_ny@yahoo.com Y te mando toda la informacion. Eres una chica??
Dame el nombre de tu blog. Saludos.

 
At miércoles, 06 septiembre, 2006, Anonymous Anónimo said...

Las abuelas son algo bien especial en todas las familias creo yo. Yo también tenía una abuela magnífica cocinera y que sabía mucho de remedios naturales. Imaginense que desde chiquita tenía que cocinar para 15 hermanos!!

 
At viernes, 08 septiembre, 2006, Blogger agapito segura said...

Te llegó el e-mail Chachi? El blog se llama Agapito Segura, con la ópera a cuestas. El Url es www.opera-con-agapito.blogspot.com

 
At sábado, 09 septiembre, 2006, Blogger Bretero said...

Sos igual a tu abuelita vos Chachi.

Y sólo conectes va... uhhhh!

Jaja. Orale, saludos. Saludos SR.

PD
Vos SR qué quiere decir "afeccionamos"?... ;)

 

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