BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

02 agosto 2009

NADA DE VOLAR BANCA...

Ahora que se murió Michael y se ha puesto de nuevo en moda su música, yo feliz de la vida de estar escuchando a cada rato las canciones que me hacían brincar de patoja, y todavía me dan ganas de echarme uno que otro pasito. Eran muy alegres los famosos "repasos" en donde disco tras disco, íbamos pasando las tardes y hasta las noches sin sentir una gota de cansancio. Pónganme ahora a brincar el "Beat it" y en el primer salto estoy con la lengua de fuera.

Recuerdo las fiestas del colegio y también que no se acostumbraba bailar solos o en grupo. Cada quien tenía que bailar con pareja, porque si no se miraba raro. Simplemente no era aceptable. Así que el joven o jovencita que no lograra conseguir con quien bailar, no había de otra que le tocaba lo que se conocía como "volar banca", o sea, quedarse sentados toda la fiesta.

No había peor chasco, que haberse arreglado para una parranda y no hubiera quien sacara a bailar. Lo chistoso era que los patojos no invitaban a bailar por el miedo a que les dijeran que no...y para nada se miraba bien que una señorita sacara a un joven. Puras babosadas, si la cosa es divertirse. Pero toda época tiene sus charadas.

Después de los famosos repasos del Colegio, pasé a las discotequeadas al salir de la Universidad. Eso era alegre. Nos íbamos en grupo y a veces, no iban suficientes compañeros para bailar o simplemente íbamos sólo mujeres, por lo que tocaba buscar un bailador en la discoteca. Éramos delicadas para bailar con cualquiera, pero a veces nos topábamos con los mismos chavos y la pasábamos bien, ya que llegábamos a eso...a bailar. La mayoría eran de otra Universidad, y no siempre nos convenía decir que éramos de la Marro...Jijiji.

Claro que habían muchos chavos, que se instalaban en una esquina a tomar y tomar...y ni siquiera pensaban en bailar.

Nos recorríamos Kalhúa y no me acuerdo cuantas más. Nos gustaba ir a escuchar cantantes en vivo y pedirles canciones...pero también nos pasábamos muchas veces y en un papelito en lugar de pedirle una canción o enviarle un piropo, le mandábamos a decir cosas como "estás muy panzón, hacé dieta". Sólo lo hacíamos para reírnos. Ya se imaginarán la cara del cantante cuando recibía tremendo mensajito.

Tenía unas compañeras de la U de lo más geniales, eran de otra facultad. Muy inteligentes y super alegres. Esas iban con la convicción de que habían llegado a bailar. Así que aceptaban la invitación a veces sin mucho escanear. Eran muchachas educadas y de familias decentes, pero allí se les olvidaba un poco...

La Jessy era medio gordita y de lentes, pero tenía un encanto especial que hacía que la sacaran a bailar rapidito, lo malo era que se "abonaba" con el chavo; bailaba de cachetío y de repente hasta se besaba con alguno (¡Wow!). La primera vez que vimos que hizo eso, nos asustamos las otras amigas y yo. Todas pensamos que la Jessy, ya había encontrado conecte. Pero al decirle que nos íbamos, sólo le daba la mano al tipo y ya, se largaba por donde vino...

Así que ya sabíamos cómo funcionaba la cosa con ella.

La otra era Nancy, que también trababa de disfrutar la noche. Casi siempre me daba jalón o ride y tenía que esperarla a que le diera la gana irse, para poder yo irme también. Una vez le dio la madrugada bailando con el mismo tipo. Toda la noche no se perdieron ni una salsa, merengue, ballenato y hasta aquella de "Bailar Pegados" la cual se mandaron como si hubiesen sido dos enamorados.

Ya cuando todas nos moríamos de sueño, me pidieron ir a decirle a Nancy que ya queríamos desalojar. Y al igual que la Jessy, se despidió del fulano con besito en el cachete y todo.

Cuando llegó a la mesa, ella que era mera bonita y hablaba así muy fufurufa, nos dijo con cara de asco: -¡Ala muchá, ese tipo con el que estaba bailando, cómo apestaba a sudor y a guaro!"...

Yo sorprendida y casi muerta de risa le dije: - Vaya vos que no olía a Drakar, porque de ser así de plano dormís con él.

Fue una carcajada de todas...pero lo bueno es que la pasábamos bien...sin chupar, porque no teníamos pisto para licor, pero era mejor porque siempre andábamos bien sobrias y riéndonos de todo...y de todos.

Y nada de volar banca.


De suerte no nos tocó el modo del Oriente de Guatemala. Me cuentan que antes por allá en algunos lugares, los papás le advertían a las hijas que al llegar al baile, o bailaban con uno o con ninguno. Porque si las invitaba a bailar alguien y le decían que no, pero las había visto bailar con otro...se armaba la pelea y hasta muertos había.


Photo by lalitaporfavor