Otra vez, por poquito y me dan a comer
Pizote, pero por suerte, no tenía hambre. Lo malo es que no nos dijeron que las tortitas de carne eran de ese animalito y algunos del grupo les dieron vire...pero yo no. Estuvo piii...zote el asunto después porque a todos les dio currutaca, cuando supieron. A lo mejor fue más por sugestión.
Me he dado cuenta que en muchas localidades de Latinoamérica, han aprendido a comer animalitos silvestres, que a lo mejor a los citadinos nos puede parecer raro y hasta repugnante por no estar acostumbrados a alimentarnos de ellos. Imagino que tiempos atrás, las comunidades eran más remotas y comían lo que estaba a mano y luego se volvió parte de la cultura gastronómica.
Sin ir muy lejos, en México los gusanos de maguey y los chapulines son una comida casi gourmet. Para algunos en países de Centroamérica la carne de iguana es muy apeciada. En varias comunidades campesinas se acostumbra comer
Tacuazín, o culebra o lagarto que para muchos pueda ser una asquerosidad. Todo depende de la costumbre. Y por allí me contaron fuentes fidedignas, que en algunos lugares del Caribe y Suramérica comen gato al carbón. Está caa...rbón.
Pero hasta llegar a la cosmopolita New York supe que en algunas regiones de Ecuador comen al famoso Cuy (Conejillo de Indias, Cerdito de Guinea), o Cuyo como lo llamamos los chapines. Para mí fue una sorpresa y una atrocidad, porque según yo esos lindos animalitos son mascotas. No se comen. Eso sería como almorzarse un hamster.
Hace poco me invitaron a una celebración navideña al estilo Ecuador y mencionaron que iban a servir el famoso Cuycito. Entonces, me puse a ver en el internet cómo lucía un cuy asado y me pareció tétrico, especialmente por los dientes pelados porque ya cocinado más tiene cara de ratón sin cola. Se me descompuso algo cuerpo.
Pero este fin de semana, se llegó el día del banquete andino y yo iba dispuesta a pedir aunque sea huevitos con chirmol, porque no pensaba para nada entrale al cuy. Sentados ya en uno de los restaurantes ecuatorianos mejor cotizados de Queens, llevaron a la mesa 2 bandejas muy bien adornadas con papitas, maíz mote y en medio un tremendo cuy con el cuerito tostado, que no lucía nada mal.
Yo haciéndome la muy, no pedí cuy, sino una carnita. Pero los ecuatorianos presentes le cayeron encima al roerdocito con gran fineza y deleite. A cada momento me ofrecían y yo, aunque no quería parecer pesada, decía que no.
Pero al ver que se lo engullían con tanto gusto, pensé:
"Bueno Chachi ¿y que tanto te hacés? si allá por donde vos, has probado tepezcuintle, venado, huevos de iguana y hasta te masticaste un día frente a la cámara una tortilla con Zompopos de Mayo (ya sé que después los escupiste porque no te gustó el olorcito a meados que echaban), pero te los metiste a la boca. Y en México te pasaste un par de chapulines fritos y, otro día hasta te chupaste un gusano de maguey que estaba en el fondo de una botella de mezcal (claro ya algo bolis), ¿por qué ahora le vas a venir a hacer el Uy al Cuy?Así que me quité un poco la arrugota de la nariz y lo probé (sólo al probar y no al jartar, dijo el Pedre). La verdad, no estaba tan mal...claro, como para un día que no haya nada qué comer o una de esas noches bohemias cuando ya no le atine y no encuentre gusanos de oro pa´chupar.
Por el momento creo que no me lo comería, no sé si por lástima o por falta de costumbre, porque de sabor no es malo, al final es como un lechoncito. Supe que en la sierra ecuatoriana el Cuy es un platillo exquisito y caro, mucho mejor que el conejo. Que es una carne muy apreciada y hasta la exportan.
Yo, por el momento, sigo prefiriendo tenerlos como mascotas (cui, cui cui) pues son una ternura. Pero Dios se los bendiga a mis queridos ecuatorianos serranos y lo disfruten cuantas veces quieran, especialmente en la época navideña, para recordar esa tierra hermosa de nevados espectaculares, que los vio nacer.
¡Felicidades sierra del Ecuador!