BABOSADAS MIAS Y DEMAS HIERBAS

LA CHACHI, ALOCADA PERIODISTA MUY CHAPINA

28 enero 2010

EL SUEÑO DE AVATAR

Cómo estará el mundo, muchá, que hasta dicen que ha habido gente que entró en depresión después de ver el mundo de Pandora. Sí, y no se sonrían ni se alegren, no se trata del legendario night club gay chapín, Pandora's Box. No, ese es el nombre del planeta que la humanidad ha decidido conquistar, en la nueva película de efectos especiales y en 3D, Avatar.

No me sorprende saber que ya mucha mara está harta de este mundo tan lleno de injusticias ecológicas, que sería maravilloso poder transportarnos a un nuevo planeta donde la paz, el color, la luz y el esplendor, estuvieran intactos.

Y es que así debió haber estado la tierra antes de que nosotros metiéramos nuestro cucharón con tanta comodidad artificial. Lo cholero muchá es que no hubo necesidad de que vinieran de otros planetas a conquistarnos, nosotros mismos nos encargamos de destruirla, solitos nos bastamos para surrarnos fuera del tiesto.

Bien, hablando de la lica en sí, después de 3 horas de estar aplanando la butaca del cine, salí encantada de esta nueva super producción, no sólo con los efectos especiales, la definición y el 3D que permite sentirse allí metido en el drama, sino más que todo con la creatividad. Algunos tienden a preguntarse, ¿cuántas fumadas se echarían éstos?, pero ni tanto, imagino que una idea como esa debe venir de una mente bien sana. Algunos aseguran que James Cameron estuvo 14 años pensando en cómo desarrollar esa película.

Se nota, esa no es una idea que surgió así de un día para otro, debe haber tomado mucho tiempo condensar tantos detalles, ni se diga de todo el trabajal que significa, con la cantidad de gente y tiempo que hubo que dedicarle a la realización. Pero vale la pena.

Además de toda la fantasía realística que lo transporta a uno a ese mundo de seres extraordinarios, una especie superior más que todo en el amor a su naturaleza; gigantes y con una imagen que a mi parecer, mezcla gatos monteses, la niña del exorcista y perritos chiguagüeños, me llamó la atención el hecho de que al protagonista Jake Sully convierte su mundo irreal en su realidad.

O sea que para él, lo real es estar dentro del Avatar y vuelve a la tierra mientras está soñando. El obsesivo sentimiento de no querer despertar, sino el de no querer dormir. Un poquito complicado.
Bueno, como entender lo que es un verdaderamente un "avatar" dentro del hinduismo.

Pero lo bueno es ir a ver la lica...no quiero contarla. Creo que no es una película que pueda ser contada, hay que vivirla.

Al final lo que me dejó más pensativa es que me pareció ver reconstruida la forma en que el ser humano ha conquistado a través de la historia. El querer destruir una especie o devastando la naturaleza, o una raza, o una cultura, un mundo ya integrado y libre, e imponer sus leyes en territorios que no le pertenecen trayendo el sufrimiento y el desastre a personas, animales y plantas, en busca del "honor" y en nombre de una nación. ¿Por qué no respetar, cuidar y aprender lo bueno?

Qué mal nos recomendamos los seres humanos, ¿verdad?

Llamó mi atención grandemente también, la cantidad de nombres hispanos dentro de los actores y el equipo de producción. ¡Así se hace! Creo que ese debe ser para nosotros, el verdadero sueño de Avatar hecho realidad. ¡Eso es conquistar!

Sería topado dormir y soñar, al menos, en un mundo como el de Pandora, pero tampoco es para deprimirse, la mara sólo viendo a quién le echa la culpa de sus frustraciones y depresión crónica anda...jejeje.



Foto: 20th Century Fox

19 enero 2010

EL FRUTO DE LA TENTACIÓN

De un tiempo para acá agarré un vicio algo extraño. Nunca me hubiera imaginado que podía tener un hábito tan difícil de quitar: todas las noches a las 7:00 PM, tengo que comerme una granada. Sí de esas frutas redondas que tienen muchas pepitas rojas y jugosas, y exquisitas, e irresistibles....ay ya me dieron ganas de una.

Me gusta mucho el sabor y he visto que se volvió popular en los supermercados de por acá, incluso venden el jugo de granada y no es nada barato. Yo prefiero masticarme las semillitas, no sólo me entretienen, sino que me quitan el hambre.

Por tal motivo me puse a la tarea de averiguar las bondades de la granada y, en esas andaba, cuando encontré que es una fruta con grandes propiedades anti cancerígenas, además de ser ancestralmente preferida por los romanos, babilónicos y los egipcios. Se dice que estos últimos, eran enterrados con granadas a su alrededor. Encontré también que era recetada incluso por Hipócrates. ¡Puchis!.

Pero lo que más me llamó la atención, es ver que muchos autores del oriente medio, la han calificado como el verdadero fruto prohibido del Antiguo Testamento. O sea que no fue una manzana la que le dio Eva a Adán, sino una granada. ¡Ajá!, no suena nada mal, si pensamos que el castigo al pecado sería pagarlo con sangre, especialmente la mujer...por el color digo pues.

Entonces, si la granada fuese el fruto prohibido, ya el símbolo del mismo no llevaría una mordida, porque está fregado morder una granada, muy dura la cáscara. Adán y Eva, tendrían que haber buscado con qué partirla y a lo mejor la onda estuvo en que no pudieron esconder su desobediencia, porque estaban todos chisgueteados de rojo, cuando Diosito los encontró.

¡Puchis! el hombre tendría en la garganta no la manzana, sino "La Granada de Adán", újule y sería bien grandota y hasta con con churutito. Esta característica masculina, se conoce también en algunos lugares como "El bocado de Adán", porque dice la leyenda que cuando se tragó el fruto prohibido se le quedó allí trabado. De haber sido una granada, sólo le quedaba chuparse las pepitas. Pero a saber qué cambios habría en la voz varonil, pues se dice que cuanto más grande es, más ronca es la voz del hombre...(sigo hablando de la protuberancia que los distingue de las mujeres...sí, la que tienen en la garganta).

Por otro lado, también los dichos cambiarían a: "La granada de la discordia" y también, "Eres mi granada de la tentación".

Y es que la manzana por su forma, color y sabor, pero sobre todo, por ser el ícono de la tentación, ha ocupado lugares especiales en muchos ámbitos. Por ejemplo, New York es conocida como "
La Gran Manzana", no sólo por un contenido histórico relacionado con las carreras de caballos en los años 20; sino también uniéndola con lo prohido. Bueno, entonces partiendo de esta última idea, New York City sería "La Gran Granada" o "The Big Pomegranate"...(creo que sonaría muy poco publicitario).

A todo esto, y con tantos cambios, a lo mejor como cuenta la leyenda, a Newton no le cayó una manzana en la shola, para inspirarse a describir la ley de gravitación universal, sino fue un su tremendo granadazo... y la G en su fórmula:
\vec F = -G \frac {m_{1}m_{2}} {r^{2}}\vec u sea de una flamanta Granada. ¡Ajá!, "la granada de la iluminación". (Sí pues Chachi, sí pues).

Y partiendo de este principio, el libro del matemático Francisco Noreña Villarías, no sería "la manzana", sino
LA GRANADA DE EINSTEIN. ¡Ay Dios!, ya bastante tuvo el clinudito de Albert con su bomba atómica para que le venieran a encasquetar una granada también. (Con mi respeto a los grandes físicos y matemáticos).

A lo que voy es que, por más rica, más sana y más colorida que sea la granada, no está tan bonita y curvilínea como la famosa manzana, que tal vez no fue el fruto prohibido (si es que existió uno en sí), pero se ve mejor en las fotos por su forma de corazón, aunque la otra sea la reina con corona y todo.


La hermosa y regordeta granada, que me la pasen, que no importa si es o no famosa, ni que no sea ícono del pecado original. Para mí es toda una tentación comer de las semillas del dios Hades, aunque su inframundo aún tendrá que esperar por la Chachi... y ¡salud! (pero a las 7:00 de la noche, muchá).



Qué bueno que por el nombre de mi blog, el lector ya está preparado para leer una que otra babosada com ésta.



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13 enero 2010

SEÑOR, NO DESAMPARES A HAITÍ. YO TAMBIÉN VIVÍ UN TERREMOTO.

¿Te acuerdas Señor? Esa noche, nos habíamos quedado bajo el cuidado de mi abuelita, porque mi mamá se había ido a ver a mi papi al interior de la república, donde trabajaba.

Recuerdo que esa noche, me puse de rodillas e hice una oración, pidiendo por todos en la casa. Tenía sólo 6 ó 7 años de edad. Mi madre ya nos había platicado de los rumores de un posible terremoto en Guatemala y aún cuando yo no tenía la más mínima idea de lo que eso era, la escuché cuando nos dijo qué había qué hacer si algo pasaba.

En la madrugada, me levanté al baño y me costó volver a dormir. Escuchaba que los perros ladraban mucho allá afuera. De repente escuché que todo se puso en silencio y un viento atravesó la calle. En pocos segundos, empezó algo que no sabría describir. Entre el miedo y el desconcierto, le pregunté a mi hermana qué pasaba y no sé cómo me dijo ¡es el terremoto! y me puso la cabeza debajo de la almohada, pues estaban cayendo cosas de arriba, escombros creo.

Nadie sabía a ciencia cierta, qué estaba pasando. Mi abuelita entre sueños, pensó que los ladrones estaban levantado el tejado para entrarse. Mi hermano pensó que estaba lloviendo muy fuerte. Mi hermana como pudo se levantó y vio por la ventana que ya había gente en la calle.

Salimos y la gente gritaba, lloraba, no sabía qué hacer. Yo sólamente miraba a todos y quería saber de mis papás. Pero no había luz, ni radios, ni nada. Y yo pensé que habían muerto.

Esa noche la pasamos a media calle, entre cobijas, temblores y miedo. A la mañana siguiente supimos que de una colonia cercana estaban sacando muchos muertos. Algunos fueron a ver, pero regresaron desolados, hechos pedazos y llenos de temor. El aire olía a muerte. Y nosotros, sin saber de mis papás.

Un tío y el esposo de otra tía, nos fueron a ver.

Con la ayuda de unos vecinos, construimos una champa con sábanas. De los días siguientes no recuerdo. De lo único que me acuerdo fue ver la silueta de mi madre, que al cabo de tres días pudo encontrar un medio de transporte. La vi de lejos y llorando la fuimos a encontrar. Mi papi se había quedado en Cobán, pero ambos estaban bien.

Pero muchas familias, nunca más se pudieron reunir.

Yo no sé cómo estábamos nosotros. Pero no hubiese sido por mi abuelita y los vecinos la hubiéramos pasado muy mal.

Los días parecían eternos, Señor. Mucha gente no sobrevivió al terremoto. Desde entonces supe qué era la fiebre tifoidea y lo que significaba una fosa común.

Recuerdo el terremoto como si hubiese sido ayer. Más que cualquier otro acontecimiento de mi vida. Dicen los psicólogos que cuando algo es tan traumático lo recuerda uno claramente, o la mente lo bloquea. No sé qué borré, pero sí sé que esas imágenes y esos sentimientos que hoy escribo, se me quedaron para siempre en la mente y el alma. Sé que muchos que están leyendo este relato, también lo recuerdan perfectamente.

Pienso en la desolación y la incertidumbre de todos. Pienso en el miedo de tantos niños. Pienso en el hambre, en la enfermedad y la necesidad. Pienso en la muerte de tantos hermanos. Pienso en el dolor de los haitianos, porque yo también viví un terremoto.

Yo sé qué es tener miedo, qué es no saber qué hacer, qué es estar sin agua y alimentos, qué es ver a mi tierra devastada por la destrucción y ver a mi gente morir. Mas sólo la fe en tí Señor y la bondad de nuestros hermanos en tu nombre, nos sacó adelante.

Cristo Negro de Esquipulas, milagrosísimo Señor, en tu día te pido que no desampares al pueblo de Haití y socórrenos para ayudarlos. Porque tú mismo dijiste, que nadie puede decir que te ama, si no ama a su prójimo.

Amigos y amigas, el haber vivido un terremoto, tomémoslo en este momento como una ventaja para así considerar a los habitantes de Haití, que entre su gran pobreza, están sufriendo la tragedia que un día algunos a lo mejor como yo, podrán escribir en una página dentro de muchos años. Pero con el mismo o más dolor que yo lo hago ahora.

Es hoy que necesitan de nosotros.

Donemos lo que podamos. Vamos a los centros más cercanos de ayuda para Haití. También aquí hay un par de links para hacerlo. Dios se los pagará.



- RADIO PAZ




Foto: Nicolás Rodríguez.

06 enero 2010

¡LOS VI PATOJOS, LOS VI EN EL DESFILE DE LAS ROSAS!

¡Ah sí pues, ni modo! Después de ver bajar la esfera del Times Square, bailamos hasta las 3 de la madrugada. O sea que llegamos a casa a las 3:30, entonces hagan cuentas a qué hora nos dormimos (Iba a escribir "echen pluma", pero preferí que no, para que no pensaran mal mis amigos mexicanos porque para ellos, "echarse una pluma", significa otra cosa.).

El Año Nuevo nuyorkino estuvo como siempre, genial. Pero había que despertar temprano, ¿y para qué? diría mi carnal. Pues para ver a los patojos, ¡en el Desfile de las Rosas!

Miren pero qué de a h… alegre estuvo eso.

Rercuerdo que desde niña, ver el Rose Parade el 1 de Enero, era toda una tradición. Siempre me gustó ver las carrozas y las bandas de los gringuitos con sus batonistas que iban poniendo la alegría en todo el desfile. (Porque se dice "Desfile", ustedes, no "Parada"…esa es otra, donde se espera la camioneta. O el Bas, como llegan diciendo a Guate, los que han vivido en las Californias…¡Oh!).

Lo chilero de todo era que este año fue transmitido en Alta Definición y, por lo tanto, los detalles se apreciaron mejor. Pasaron muchas carrozas bien lindas, como siempre, pero yo no hallaba la hora de ver a los chirices. Pero detrás de un barcote que iba tirando cañonazos, ¡Allí, allí, venía la alegría chapina, nuestros patojos de la Banda Pedro Molina!

Tremenda parranda traía nuestra juventud. Claro que sí. Y lo mejor fue que venían tocando la mera, mera: Luna de Xelajú. Y a un ritmo bien picoso, que hicieron levantar a la multitud, para bailar al ritmo de la música chapina. Me cuentan que de lejos se miraba como que venía una ola hecha de gente, porque por donde pasaban, las personas levantaban las manos y gritaban de emoción (fueran o no hispanos) y los que podían agitaban las banderas.

El pabellón azul y blanco, venía al frente, pero creo que en ese momento todos los latinoamericanos nos sentimos uno. Somos de un mismo ritmo, misma alegría, misma juventud, un mismo colorido. Estos muchachos, venían representándonos a todos y lo hicieron perfectamente. ¡Así se hace muchachos!

No hay que olvidar a todos los que hicieron posible que estos niños llegaran y nos hicieran el año a todos, principalmente la Fundación Educativa Guatemalteca Americana, junto a los chapines y extranjeros que ayudaron con sus donativos. Porque traer 270 patojos desde Guatemala, resulta una tarea muy difícil. Y no sólo es el viaje, sino los instrumentos, los uniformes, disfraces, alimentación y todo lo que se nos pueda ocurrir para llevar a cabo este maravilloso sueño.

Así que felicitaciones a todos y todas. Sobre todo por demostrar que nuestro país no es sólamente el protagonista de los noticieros con la delincuencia y las injusticias. Guatemala es un país lleno de color, de mujeres hermosas, de alegría, de gente que trabaja duro para cumplir sus sueños. Una tierra linda y llena de maravillosas sorpresas.

Patojos de la Banda Pedro Molina, les cuento que en la costa Este, estaba la Chachi, bien sentadita con la nariz en la pantalla, moqueando, porque no pude evitar llorar de la emoción al verlos pasar en el Gran Desfile de las Rosas.

Tarareando las notas, "calles bañadas de luna que fueron la cuna de mi juventud"…en un momentito vi realizados los sueños de la niñez y recordé las mañanas del 1o. de Enero llenas de esperanza, comiendo tamalitos hechos por mi madre, allá en mi tierra del Quetzal. Y creo que no fui la única que se echó la chillada. ¡Bravo!

¡Que viva Guatemala, muchá!

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Foto: La Prensa de Los Angeles.

Les invito a ver la edición de este mismo artículo, publicado en La Prensa de los Angeles:

Los vi patojos!!! ... Los vi en el Desfile de Las Rosas





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