EL SUEÑO DE AVATAR

No me sorprende saber que ya mucha mara está harta de este mundo tan lleno de injusticias ecológicas, que sería maravilloso poder transportarnos a un nuevo planeta donde la paz, el color, la luz y el esplendor, estuvieran intactos.
Y es que así debió haber estado la tierra antes de que nosotros metiéramos nuestro cucharón con tanta comodidad artificial. Lo cholero muchá es que no hubo necesidad de que vinieran de otros planetas a conquistarnos, nosotros mismos nos encargamos de destruirla, solitos nos bastamos para surrarnos fuera del tiesto.
Bien, hablando de la lica en sí, después de 3 horas de estar aplanando la butaca del cine, salí encantada de esta nueva super producción, no sólo con los efectos especiales, la definición y el 3D que permite sentirse allí metido en el drama, sino más que todo con la creatividad. Algunos tienden a preguntarse, ¿cuántas fumadas se echarían éstos?, pero ni tanto, imagino que una idea como esa debe venir de una mente bien sana. Algunos aseguran que James Cameron estuvo 14 años pensando en cómo desarrollar esa película.
Se nota, esa no es una idea que surgió así de un día para otro, debe haber tomado mucho tiempo condensar tantos detalles, ni se diga de todo el trabajal que significa, con la cantidad de gente y tiempo que hubo que dedicarle a la realización. Pero vale la pena.
Además de toda la fantasía realística que lo transporta a uno a ese mundo de seres extraordinarios, una especie superior más que todo en el amor a su naturaleza; gigantes y con una imagen que a mi parecer, mezcla gatos monteses, la niña del exorcista y perritos chiguagüeños, me llamó la atención el hecho de que al protagonista Jake Sully convierte su mundo irreal en su realidad.
O sea que para él, lo real es estar dentro del Avatar y vuelve a la tierra mientras está soñando. El obsesivo sentimiento de no querer despertar, sino el de no querer dormir. Un poquito complicado. Bueno, como entender lo que es un verdaderamente un "avatar" dentro del hinduismo.
Pero lo bueno es ir a ver la lica...no quiero contarla. Creo que no es una película que pueda ser contada, hay que vivirla.
Al final lo que me dejó más pensativa es que me pareció ver reconstruida la forma en que el ser humano ha conquistado a través de la historia. El querer destruir una especie o devastando la naturaleza, o una raza, o una cultura, un mundo ya integrado y libre, e imponer sus leyes en territorios que no le pertenecen trayendo el sufrimiento y el desastre a personas, animales y plantas, en busca del "honor" y en nombre de una nación. ¿Por qué no respetar, cuidar y aprender lo bueno?
Qué mal nos recomendamos los seres humanos, ¿verdad?
Llamó mi atención grandemente también, la cantidad de nombres hispanos dentro de los actores y el equipo de producción. ¡Así se hace! Creo que ese debe ser para nosotros, el verdadero sueño de Avatar hecho realidad. ¡Eso es conquistar!
Sería topado dormir y soñar, al menos, en un mundo como el de Pandora, pero tampoco es para deprimirse, la mara sólo viendo a quién le echa la culpa de sus frustraciones y depresión crónica anda...jejeje.
Foto: 20th Century Fox