EL JESUSITO NAZARENO Y SU AMOROSO NIÑERO
En un sencillo altar de la iglesia de La Merced, de ciudad Guatemala, se aprecia al Niño Jesús Nazareno de la Demanda, una imagen infantil que representa el sufrimiento del que murió por los pecados del mundo. Tiene mas de 350 años y aún cuando no se sabe quién la esculpió, se cree que fue el mismo artista que talló la imagen del Nazareno de tamaño normal, ya que posee las mismas características. Su mirada es sencillamente impresionante porque mezcla dulzura infantil, con sufrimiento y piedad. Podríamos decir que don Julio es una especie de “Niñero de Jesús”, porque es el único que puede asearlo, vestirlo y arreglarlo. Además, que lo cuida con mucho recelo por la fe enorme que siente por la imagen. Don Julito lo abraza y a veces, hasta lo arrulla tiernamente. Asimismo cuida de todos los detalles del anda y de los más de 3,000 niños y niñas que cargan la procesión que sale todas las Semanas Santas.
Sin embargo, no todos los niños pueden cargar. Tienen que llenar, ante todo, el requisito de estatura mínima y máxima. Asunto que don Julio se encarga de verificar con un cartabón. Si el niño es muy chico, tendrá que esperar a crecer un poco más, si es muy alto, tendrá que prepararse ya para cargar las procesiones grandes, o como les dice don Julio, pasará a Ligas Mayores.
Tanto el anda del Jesusito, como la de la Virgen de Dolores, son decoradas por antiguos cargadores, hombres que cuando pequeños, también cargaron la procesión. Ellos además acompañan y ayudan a los niños, colaborando con guardar el orden y la seguridad. El cortejo sale de la Iglesia con todos los honores como una procesión de las grandes. Ambas andas llevan su banda de músicos y son siempre muy sencillas, dicen que las realizan así, para que los niños enfoquen su atención en las imágenes y no en los adornos.
Es impresionante ver la devoción con la que los niños cargan esta procesiones. Precisamente en el momento en que se levanta el anda dentro de la iglesia y se escucha el sonido del redoblante, se siente algo sumamente especial. Y cuando la banda empieza a tocar, muchos chiquillos, hasta derraman lágrimas de emoción, al escuchar las marchas y sentirse espiritualmente ante la presencia de Dios.
Al paso del cortejo, están las alfombras de aserrín y flores, que también los más pequeños, han elaborado como símbolo de su fe y alegría, de ver pasar al pequeño Jesús de la Demanda. Así, con toda la solemnidad, niños y niñas de gran parte de la ciudad capital, esperan emocionados poder participar en la procesión del Niñito Nazareno, al menos por una cuadra. Algunos dicen que es una forma de ayudar a Jesús a cargar con los pecados del mundo. Qué ternura.
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También al Comentarista, que dice que andaba por allí de cucurucho, cuidando cucuruchitos, pero no me saludó, creído que es uno.
Foto Procesión Infantil, tomada por Alfa: http://guate360.com/galeria/categories.php?cat_id=17&page=2
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